Antes que me digáis: “¿estos no eran Paseos por Navarra?”. Pues sí, me he ido a visitar otro país.. el vasco. He subido a San Sebastian en un trayecto de 1 hora, muy rapidito.
Tenía fama… y es merecida. Una ciudad preciosa; preciosa y cara.
Aparqué en un parking porque me dijeron que el centro es todo zona azul y no iba a estar volviendo para renovarlo. Para la próxima vez, quizás sería más operativo buscar uno cerca del Hotel Reina Cristina o del Palacio de Congresos Kursaal.
Empiezo mi recorrido en el inicio del Paseo marítimo de la Playa de la Concha, justo donde está el Palacio Miramar (en el mapa al inicio de la playa en el lado izquierdo).
Es la mansión rojiza del centro de la imagen (la foto está tomada con zoom desde el monte Urgull). El Palacio está rodeado por un impresionante parque de acceso libre y es de estilo inglés “Reina Ana”. Fue mandado construir por la Reina Regente María Cristina como palacio de verano. Actualmente no se puede visitar porque se alquila para eventos.
Siguiendo por el paseo marítimo, se pueden ver construcciones espectaculares
:
Visitas idílicas de los alrededores:
Y de la propia Bahía:
Casi al final de la playa, a la derecha se avista el pináculo de la Catedral del Buen Pastor.
Estaba cerrada al público sólo la pude rodear; es pequeña no se tarda mucho.
Algo más adelante, en la Alameda del Boulevar 8, se encuentra la oficina de turismo, donde me han dado indicaciones y un plano. Lo primero la zona interesante de la ciudad “Parte Vieja”. CUIDADO!!! Al otro extremo de la ciudad se encuentra la “Parte Antigua”, no os vayáis a equivocar. Aquí voy a ver la Iglesia de San Vicente Mártir que está considerada como la más antigua de la ciudad
En su interior se encuentra un espectacular retablo coronado por la figura de San Sebastian, patrono de la ciudad
Saliendo de la iglesia en dirección a la playa, me encuentro con una espectacular basílica:
La Basílica de la Virgen del Coro (no se sabe si porque estaba situada en esa parte de la iglesia primitiva o porque derivada de “coronada”). En un principio decepciona por el tamaño de la talla: no tiene más de 30 cm de alto, en el barroco se la recubrió de plata (muy típico de la época).
Justo detrás del altar mayor hay una capilla donde se venera una réplica, pero a mucha menor distancia (por cierto, estaba llena de personas rezando). Esta Virgen es la patrona de la ciudad. Debajo del coro (que no se puede visitar por trabajos de restauración), se encuentra la entrada de un pequeño museo con imágenes románicas
Al fondo de la estancia hay un ascensor para subir a la primera planta (al lado hay unos servicios, que aproveché porque estaba a reventar) donde hay una exposición temporal de esculturas modernas de un escultor argentino llamado Oteiza
Al salir de la Basílica me dirijo al puerto, pasando antes por la Plaza Mayor, que se llama Plaza de la Constitución (parece irónico).
Los balcones de la plaza están numerados porque, en su época, se hacían corridas de toros y eran los “palcos” de la plaza.